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Zengun: Bluebeam Revu supera los retos de un edificio clásico de Estocolmo

El desafío

En Zengun, hemos comprobado cómo la prolongación de los procesos de revisión puede afectar gravemente al calendario del proyecto, lo que se traduce tanto en mayores costes como en la ampliación de los plazos. Del mismo modo, la falta de comunicación entre las diferentes funciones de la obra puede dar lugar a medidas y reajustes incorrectos, lo que también repercute negativamente en el tiempo. La falta de conocimientos de las herramientas digitales dificulta la cooperación con los contratistas especializados y los consultores y puede tener un efecto negativo en la seguridad de la obra.

La solución

Para el proyecto de construcción de la oficina en Torsgatan, Zengun utiliza Bluebeam Studio como herramienta de colaboración para ocuparse de todos los procesos de revisión que antes acaparaban gran parte del tiempo de planificación. Con la herramienta, el equipo ahora puede gestionar toda la comunicación directamente en el programa y el trabajo puede continuar sin necesidad de detenerse.

Se ha creado una comunicación más clara entre los equipos de la obra para garantizar que los trabajos se desarrollen con mayor fluidez y que el proyecto se ajuste a los plazos y el presupuesto fijados.

Los beneficios

  • Un flujo de trabajo optimizado con comentarios realizados en tiempo real puede ahorrar 1,5 meses durante el proceso de revisión.
  • Una única herramienta para varios flujos de trabajo que aglutina todas las partes del proyecto, ya que invertir en varias herramientas diferentes podría acarrear costes adicionales y un plazo de implementación más largo.
  • Los ajustes se pueden realizar de forma continua y las rutas de contacto son más cortas si se necesitan cambios.
  • Un menor riesgo de rectificaciones y errores después del inicio de la producción, ya que todos tienen acceso a los documentos más recientes.
  • Facilidad de uso altísima, lo que contribuye a un recorrido más corto hacia una metodología de trabajo digital.
  • Mayor seguridad, tanto para el proyecto como para el personal de la obra.
  • Simplifica el trabajo en obras donde las condiciones no están claras.
  • Se reduce el tiempo que se pasa frente al ordenador y los supervisores pueden pasar más tiempo en la obra durante la producción.

«Hemos optado por utilizar Studio, tanto para las revisiones como para una especie de portal general para varios tipos de trabajos. La mayor ventaja es que ya no tenemos que buscar planos en papel y ya no corremos el riesgo de que alguien no tenga el documento más actualizado con el que trabajar».

Julia Kågström Responsable de la División Comercial de la empresa Zengun

La manzana a lo largo de Klarastrandsleden en Torsgatan, en el centro de Estocolmo, alberga una de las fachadas más famosas de la ciudad. El edificio de color rojo cálido se completó en 1906 a partir de un diseño de Ferdinand Boberg, uno de los arquitectos más famosos y mejor valorados de Suecia. El edificio se conoce coloquialmente como «el edificio Vatten de Estocolmo», ya que la empresa estuvo ubicada ahí hasta 2016. El histórico inmueble se ha transformado ahora en un espacio de oficinas de última generación. Los elaborados detalles en torno a ventanas y puertas se yuxtaponen ahora con espacios amplios y luminosos e instalaciones modernas.

«Ahora nos damos cuenta de que podemos tener un programa para todas las secciones en lugar de usar una serie de herramientas diferentes para las que necesitamos ofrecer formación. Que una sola plataforma atienda a todas las secciones tiene un valor inestimable para nosotros».

Aron Björkholm
Ingeniero de proyectos
Zengun

«Es un lugar emblemático de Estocolmo. El edificio tiene unas calidades absolutamente fantásticas y se pueden apreciar los detalles en todas las estructuras y carpinterías del edificio», afirma Fredric Jacobson, director de proyectos de Zengun.

Zengun ha estado en la obra de Torsgatan desde 2018 para garantizar que la transición de lo antiguo a lo nuevo progrese de la manera más fluida posible.

«Hemos hecho la mayor parte del trabajo internamente, desde las fachadas y las estructuras de carga del edificio hasta los acabados de las superficies y los techos. Todo vuelve a estar como nuevo», explica Jacobson.

Con la llegada del verano, los trabajos han entrado en una fase final intensiva antes de las próximas inspecciones. Alrededor de 200 personas están en la obra todos los días, la mayoría de los cuales son trabajadores cualificados, y aún queda mucho trabajo antes de que puedan comenzar las entregas.

Con sus 220 empleados, Zengun es una de las principales empresas de construcción de Estocolmo. Está especializada en propiedades comerciales y su volumen de negocio suele provenir de importantes propietarios que necesitan hacer reformas. Aunque Zengun sigue siendo una empresa relativamente joven, que celebró su décimo aniversario el otoño pasado, sus ingresos ascendieron a aproximadamente 2500 millones de coronas suecas (218 millones de euros) en el otoño de 2019.

«Cuando algo se vuelve complicado o complejo, acuden a nosotros. Queremos ser el contratista líder cuando se trate de proyectos complejos en la región de Estocolmo», declara Aron Björkholm, ingeniero de proyectos de Zengun.

La decisión más lógica

Para Zengun, Bluebeam era la mejor herramienta para abarcarlo todo.

«Bluebeam, nuestro programa de planificación y el correo electrónico son nuestras tres principales herramientas de comunicación», afirma Julia Kågström, responsable de la División Comercial de Zengun encargada de garantizar que los proyectos se ejecuten correctamente.

Cada proyecto tiene requisitos diferentes, pero el uso de Bluebeam es el denominador común de la mayoría de los edificios de Zengun, según Björkholm.

«Todos los que trabajan como asalariados tienen actualmente acceso a Bluebeam y lo utilizan en mayor o menor medida. Lo llevamos usando desde 2012 y, si miramos a las alternativas, no existe nada mejor para la construcción en concreto», asegura.

«Las ventajas de Bluebeam son, sin duda, el ahorro de tiempo y la claridad a la hora de garantizar que todo el mundo ve lo mismo. Elimina el riesgo de que las personas consulten los documentos equivocados o similares».

Julia Kågström
Responsable de la División Comercial
Zengun

«Da la sensación de estar hecho a medida para nuestra empresa y se puede personalizar aún más cuando es necesario».

Björkholm también destaca la ventaja de tener todas las funciones bajo el mismo techo.

«Ahora nos damos cuenta de que podemos tener un programa para todas las secciones en lugar de usar una serie de herramientas diferentes para las que necesitamos ofrecer formación. Que una sola plataforma atienda a todas las secciones tiene un valor inestimable para nosotros», señala Björkholm.

En los últimos años, Jacobson ha visto emerger todo un entramado de oficinas a partir de todos los planos y modelos en los que ha trabajado el equipo.

«En mi trabajo, produzco muchos planos y documentos en 2D y actualmente no hay otro programa en el que los abriría que no fuera Bluebeam Revu. Creo que el intercambio de información a través del programa es fantástico. Poder compartir y trabajar en los mismos documentos, crear documentación para investigaciones y englobarlo todo de una manera agradable e informativa directamente en la herramienta es maravilloso», sostiene.

Un mes y medio de ahorro de tiempo

Para la construcción en Torsgatan, es precisamente este aspecto del tiempo el que Zengun destaca como la mayor ventaja de trabajar con Bluebeam.

«Las ventajas de Bluebeam son, sin duda, el ahorro de tiempo y la claridad a la hora de garantizar que todo el mundo ve lo mismo», añade Kågström. «Elimina el riesgo de que las personas consulten los documentos equivocados o similares».

Reloj en zona industrial
Foto: Romus Ramström

«Bluebeam nos ha ahorrado un tiempo considerable en revisiones y reuniones. El mero hecho de saber que podemos realizar un seguimiento continuo de los estados ha llevado a revisiones más efectivas y nos ha ahorrado tiempo», observa Jacobson.

Recuerda una época sin herramientas digitales en la que se amontonaban montañas de papel tan altas como su frustración.

«Las reuniones eran caóticas en aquella época, con planos y notas en papel vegetal. Ahora es imposible añadir comentarios duplicados y el trabajo puede continuar incluso durante la revisión. Todas nuestras reuniones son mucho más cortas», sostiene.

Con Bluebeam, el equipo de Zengun también ha podido modificar los documentos en cuanto se reciben los comentarios.

«Antes, a lo mejor había una larga cadena de contactos y, si una persona estaba ausente, toda la cadena se detenía», comenta Jacobson.

«En cuestión de un año, no cabe duda de que hemos sido capaces de ahorrar alrededor de un mes y medio de tiempo durante la fase de planificación con tan solo optimizar el proceso de revisión», afirma Kågström. «Los comentarios sobre los documentos, las modificaciones que los planificadores deben hacer, todo eso se puede resolver sin demora en lugar de sentarse a esperar respuestas, y eso significa que el trabajo no tiene que suspenderse».

La seguridad también mejora en las obras, ya que el riesgo de cometer un error se reduce al mínimo gracias a Bluebeam.

«Cuantos más planos hacemos digitalmente y cuanto más trabajamos en producción con herramientas digitales, más seguros podemos estar de que todo está correcto», subraya Jacobson. «Minimizamos el riesgo de hacer trabajos adicionales o la necesidad de tener que retroceder y corregir cualquier error».

«Tenemos la sensación de que apenas hemos rascado la superficie con respecto a lo que el programa puede hacer. A menudo alguien se asoma a lo que estás haciendo y te pregunta: “¿Por qué no lo haces así?” y, entonces, vuelves a aprender otra cosa nueva», continúa.

De lo antiguo a lo nuevo

Pero ¿cómo se crean entramados de oficina modernos en entornos tan antiguos?

«Como Torsgatan es un edificio protegido, hemos colaborado estrechamente con un conservador durante todo el proyecto», explica Jacobson. «Tenemos que asegurarnos de que conservamos todos los detalles maravillosos para el futuro. Contamos con arquitectos y consultores cualificados y hay que sopesar las prioridades a la hora de decidir qué medidas tomar».

«Pero a veces se produce un choque importante entre la estética y los requisitos legales aplicables hoy en día», dice entre risas.

Paisaje urbano en Estocolmo
Foto: Romus Ramström

Zengun ha trabajado con edificios antiguos en proyectos anteriores, pero nunca algo de esta magnitud y quizás no un edificio tan conocido como este.

«El mayor reto para nosotros ha sido, simple y llanamente, que la propiedad es de 1906», señala Kågström. «Hay conjuntos de planos maravillosos guardados de esa época, pero todos están hechos a mano. Como el edificio tuvo el mismo propietario durante mucho tiempo, no todos los cambios que se hicieron se han registrado en los documentos».

Cubierta de la obra de Zengun, cliente de Bluebeam
Foto: Romus Ramström

La forma digital de trabajar

Para una empresa que, por regla general, trabaja de forma totalmente digital a diario, al principio fue un reto enfrentarse a documentos y planos antiguos que no siempre coincidían con la realidad. Se abrieron las paredes y, donde debería haber un pilar de hormigón según los documentos, había un hueco vacío. Por lo tanto, antes de que el trabajo pudiera comenzar de forma correcta, todos los viejos planos en papel tuvieron que ser digitalizados.

«La ambición desde el principio fue trabajar de forma digital en su totalidad. El primer paso consistió sencillamente en escanear todo el edificio para hacerse una idea de su aspecto en la época moderna y, a continuación, producir un archivo digital en el que el equipo pudiera trabajar y esbozar el proyecto», comenta Kågström.

Después de unas dos semanas utilizando herramientas de medida digital y escáneres 3D, se creó una imagen del edificio del arquitecto Ferdinand Boberg, esta vez hecha de unos y ceros. Sin embargo, todavía quedaban algunos ajustes por hacer.

«La documentación digital nunca es 100 % correcta al principio, pero al menos tenemos un documento desde el que partir», dice Kågström. «Los arquitectos y diseñadores suelen necesitar hacer ajustes y, después de eso, terminamos teniendo algo que se ajustaba bastante a la realidad».

Edificio en Suecia
Foto: Romus Ramström

Los planos viejos no eran el único miedo del equipo. Trabajar en un edificio tan histórico también acarreó una serie de retos inesperados. El hormigón de más de 100 años de antigüedad y estructuras similares en un edificio antiguo pueden ser muy impredecibles para trabajar y pueden requerir varias intervenciones durante la obra, según Kågström.

«Muchas de las intervenciones que hemos tenido que hacer no estaban planificadas desde el principio, ni por nosotros ni por el cliente, sino que surgieron durante la obra. Y, por supuesto, todo esto afecta a los plazos», apunta.

La transición digital

Aunque Zengun lleva mucho tiempo abogando por una forma digital de trabajar, no todo el mundo del sector está dispuesto a hacerlo. Pero parece que se está produciendo un cambio generacional.

«En el pasado nos hemos encontrado con una fuerte resistencia en lo que respecta a la digitalización en el sector de la construcción, pero hoy en día es casi testimonial», asegura Jacobson. «Así que es bueno no tener que enfrentarnos. Trabajar digitalmente cuenta cada vez con más aprobación, lo cual es genial».

«En cuestión de un año, no cabe duda de que hemos sido capaces de ahorrar alrededor de un mes y medio de tiempo durante la fase de planificación con tan solo optimizar el proceso de revisión. Los comentarios sobre los documentos, las modificaciones que los planificadores deben hacer, todo eso se puede resolver sin demora en lugar de sentarse a esperar respuestas, y eso significa que el trabajo no tiene que suspenderse».

Julia Kågström
Responsable de la División Comercial
Zengun

«El concepto empresarial de Zengun consiste en ser flexibles con nuestros clientes y trabajar de la forma que mejor se adapte al proyecto, ya que cada proyecto es único. Por eso necesitamos herramientas que sean fáciles de adaptar a cada circunstancia», añade Kågström.

Un requisito para incorporar a tantos consultores y clientes es que las herramientas digitales sean lo más fáciles de usar posible.

«Aquellos con funciones de producción preferirían no estar sentados frente a una pantalla todo el día. Si pueden acceder rápidamente a la información y volver a su oficio o a su producción, estarán más que contentos», asegura Björkholm.

La mayoría de los diversos contratistas especializados y socios de Zengun en sus proyectos no han tenido ningún problema para familiarizarse con el programa. «Si trabajas en la construcción hoy en día, Bluebeam se ha convertido en una especie de referente», afirma Jacobson.

«Si bien siempre hay resistencia al cambio, la digitalización también afecta al sector de la construcción. Hoy en día, gestionamos casi todo de forma totalmente digital y hay muchos documentos y planos que nunca imprimo», añade Jacobson. «En el proceso de transición siempre habrá algunos a los que les resulte difícil adaptarse y es por eso por lo que la facilidad de uso es realmente importante para que esas personas se suban al barco».

Destaca la facilidad de uso como la principal razón por la que Bluebeam ha tenido tan buena acogida en las obras.

«No se necesitan conocimientos previos de programación para empezar a usarlo. Muchas personas están comenzando a probar las funciones individuales, como medir una pared. Y se dan cuenta: “Vaya, con qué facilidad lo he hecho y ni siquiera me hizo falta una regla de escala”, y luego pasan a la siguiente función, y así sucesivamente», cuenta Jacobson.

* Zengun tiene su sede en Suecia y adquirió productos Bluebeam a través de AEC AB, un distribuidor Gold de Bluebeam.

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